Si se conocen los cambios que se producen en el organismo la menopausia no es para preocuparse. Consejos de especialistas para mujeres de cincuenta
La expectativa de vida se extiende y la mujer transcurre un tercio de su existencia en etapa de climaterio. Un razón más que importante para saber qué ocurre en el organismo y así mantener una buena calidad de vida.
A pesar de los estudios hormonales que determinan la función ovárica, no se puede predecir cuándo desaparece la menstruación, por ese motivo se determina en forma retrospectiva un año después de la primera falta, explica la Dra. Doris Rodríguez Vidal, especialista en climaterio, ginecología y obstetricia, y docente de la UBA.
A los 40, la mujer experimenta un descenso importante del nivel de hormonas androgénicas (la mitad de las que tenía a los 20), que cumplen varias funciones: mantienen la masa ósea y el tono muscular. Y actúan en procesos relacionados con la actividad sexual y la energía vinculada con el cerebro.
Hay mujeres que dejan de menstruar y no notan ningún cambio, otras padecen sofocos que pueden durar un tiempo o persistir. Este es el síntoma más común que lleva a la consulta médica, comenta Rodríguez Vidal.
Sobre terapias hormonales, sólo se recomiendan en casos muy puntuales donde se altere de manera importante la calidad de vida. En cuanto a los tratamientos con hormonas no son peligrosos cuando los indica y controla el médico, en los tiempos y las dosis correctas.
Huesos
La Dra. Laura Maffei, endocrinóloga y osteóloga, explica que la falta de estrógenos acelera la pérdida de hueso y coloca a algunas mujeres en riesgo de tener osteoporosis. Vale la pena realizar una consulta preventiva al especialista. El primer síntoma suele ser una fractura.
Alimentación
La falta de estrógenos hace que se deba prestar mayor atención a la alimentación. La Dra. Lorena Casiva, especialista en nutrición y estética, recomienda comer hortalizas verdes como brócoli, espinaca y acelga; semillas de sésamo, nueces o almendras, porotos alubias e higos. Es necesario cubrir 1500 miligramos de calcio por día, que equivale a tres casetes de queso Port Salut, o dos yogures y un vaso de leche. También es indispensable evitar o disminuir el consumo de café y alcohol, que alteran la absorción de calcio, como el uso excesivo de sal.
Dieta y ejercicio
Ejercitar 30 minutos diarios, además de quemar grasas, ayuda a mantener el buen estado de los huesos, músculos y las articulaciones. Exponerse al sol activa la síntesis de vitamina D. Casiva está convencida de que si se combina dieta y ejercicio, lo más probable es que no se necesite agregar suplementos para mantener la masa ósea en buenas condiciones.
Pelo
La gran mayoría de las mujeres, a partir de los 50 años, tiene el pelo fino, seco, quebradizo y sin brillo por la merma de estrógenos. Dice la dermatóloga Velia Lemel que aunque no haya caída, la apariencia es de menor cantidad de cabello. Y si se le suman antecedentes hereditarios de alopecia androgenética la situación empeora. Un control sobre el funcionamiento de la hormona tiroides no viene mal, del mismo modo que descartar problemas de anemia. Tener una dieta adecuada ayuda, asegura la doctora Lemel. Incorporar proteínas, hierro, aminoácidos y biotina. También oligoelementos como el cinc y el cobre, y las vitaminas E, B y C.
Se sugieren los tratamientos de mesoterapia con vitaminas, aminoácidos, minoxidil, ácido retinoico y finasteride (no se debe usar en mujeres de edad fértil). Por vía oral, aminoácidos y vitaminas que mejoran brillo y grosor.
Piel
Los estrógenos actúan fundamentalmente en la epidermis y dermis (primera y segunda capa de la piel). El Dr. Ezequiel Chouela, dermatólogo de Cemic, explica que la merma de esta hormona en la epidermis produce atrofia. La piel se vuelve más fina y se deshidrata, lo que lleva, en principio, a la formación de arrugas finas. Y con el paso de los años, la disminución de esta hormona lleva a una menor síntesis de colágeno en la dermis. Aparecen arrugas más marcadas y flacidez. Estos cambios son acelarados por el tabaquismo, el alcohol y los rayos ultravioletas.
Se aconsejan antioxidantes, que disminuyen los signos del fotoenvejecimiento. En ocasiones se indican suplementos vitamínicos, aunque está comprobado que no marcan grandes diferencias.
La Dra. Agustina Vila Echagüe, especialista del Laser Fellow del Wellman Center for Dermatology, en Harvard, asegura que el colágeno perdido se puede regenerar mediante el uso de láseres y radiofrecuencia fraccionada. Y que hay láseres específicos que crean áreas de inflamación y destrucción controlada que estimulan la regeneración de las fibras colágenas y de las fibras elásticas.
Fuente: La Nación