Si no se diagnostican correctamente y se tratan a tiempo, pueden generar serios problema de salud.
Manchas de Nacimiento: Malformaciones Vasculares
Anteriormente llamada angioma plano, la malformación vascular capilar simple es una malformación congénita que se presenta desde el nacimiento como una mancha en la cara, aunque también puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Afecta a tres de cada mil personas.
A partir de la adolescencia, dos tercios de los casos experimentan cambios: las manchas se oscurecen, engrosan y hasta llegan a formar nódulos hemorrágicos. Estas secuelas no deseadas empeoran hacia la edad adulta y pueden, además, causar deformaciones, asimetrías y sangrados.
Más allá de las complicaciones estéticas, un porcentaje de pacientes con malformación capilar simple puede presentar afecciones en los ojos o tener comprometidos otros órganos, como el cerebro (Síndrome de Sturge-Weber) o los capilares y vasos linfáticos (Síndrome de Klippel-Trenaunay).
Por eso, es fundamental la detección y tratamiento temprano consultando a un dermatólogo cuando se perciban manchas en la cara del recién nacido. Es muy fácil tratar a los bebés, porque cuando llegan a la consulta tarde, esas manchas son más grandes y requieren un tratamiento más intensivo.
¿Cómo es el tratamiento? Consiste en el uso de láser decolorante pulsado o PDL (Pulse Dye Laser Vbeam Candela) que permite foto-coagular los capilares del angioma. Este láser fue creado específicamente para el tratamiento de las malformaciones vasculares a partir de la teoría de Fototermólisis Selectiva del doctor Rox Anderson. Actúa provocando una fotocoagulación controlada sellando los capilares afectados sin dañar el tejido circundante.
Los tratamientos comienzan a partir de los dos a seis meses de vida. Los resultados son mejores cuanto más temprano se comience, aunque pueden combatirse a cualquier edad. Algunas obras sociales y empresas de medicina prepaga cubren estos tratamientos. En el ámbito público pueden realizarse en los hospitales Garrahan, Posadas (en Buenos Aires) y Humberto Notti (Mendoza).
Es importante establecer un abordaje interdisciplinario, porque la malformación vascular puede afectar otros órganos. Por eso, hay que consultar con un oftalmólogo y un neurólogo infantil, ya que se deben realizar estudios importantes precozmente para descartar síndromes asociados y secuelas.
*Dra. Agustina Vila Echagüe, dermatóloga e investigadora científica del Wellman Center for Photomedicine de los Estados Unidos.